No temas a noviembre

Sí, echamos de menos el calor, la playa, la piscina, las tardes eternas que nunca anochecen, los mojitos, la guitarra en el campo, los viajes...

Pero el otoño llega, y a él no le da pena que eches de menos al verano, así que plántale cara y amóldate a sus caractéristicas.

Simon and Garfunkel

Uno de los pequeños placeres de los días lluviosos es ir conduciendo mientras suena tu lista de "folk" (si no la tienes puedes empezar con Simon and Garfunkel, "Wednesday Morning 3 am" o "Peggy O" son verdaderas joyas de la banda). Lo bueno de este género es que te transporta a esas carreteras de Gran Bretaña, simpre mojadas y grises, y te hace sentir que es la música idónea, que vas "a juego" con el tiempo.

El otoño nos da la posibilidad de estar cansados y tener excusa. Un sábado en verano es imposible decir "estoy cansado, me quedo en casa", pero en otoño... en otoño es otra cosa, porque no eres tú al único de tus amigos que ve la calle mojada y fría y le recorre una sensación de pereza por toda la espina dorsal. Así que aprovecha y organiza algo en una casa. Una buena banda sonora y una compañía acorde, no necesitas mucho más.

Ahí van dos pequeños trucos musicales para sobrevivir al otoño y sus días fríos.

Ahora... ¡A morder!